Por Diego A. Mayorga
Bajo el nombre Miradas, el espacio Preámbulo cierra el mes con una selección de cine documental costarricense que muestra, sin filtro alguno, lo complejo que es vivir, migrar, envejecer, luchar y recordar sobre nuestro país.
El ciclo arranca el jueves 24 con Altamar (2024), de Ernesto Jara, un retrato íntimo de un pescador que intenta salirse de la condena heredada del mar, sin saber si eso es siquiera posible. Sigue el viernes Roofing (2024), de Gabriela Hernández y Paz Fábrega, una historia contada desde la risa y la nostalgia: jóvenes que se hicieron pasar por un equipo de fútbol para salir del país y vivir algo distinto.
La jornada más cargada será el sábado 26. A las 4:00 p.m. hay una sesión de cortometrajes ticos que van desde lo introspectivo hasta lo histórico. Ahí está Modos de verme, donde la directora se pone frente al espejo y desmonta cómo le enseñaron a mirarse. También Se busca a Gerardo, sobre un señor que juega a disfrazarse para desafiar los estigmas del envejecimiento. Y Gloria, una mirada desde Perú que dialoga con las luchas de mujeres en América Latina. Cierra esa tanda Marenco en los espejos, un homenaje a Álvaro Marenco, actor costarricense.
Pero lo más intenso llega a las 7:00 p.m., con Lo que olvidamos (2024), dirigido por Zenén Vargas, sobre la vida de Viviana Gallardo, joven asesinada en los años 80. Es una de esas películas que no se quitan fácil de la cabeza: habla de violencia y de Estado. Y sí, también de lo que preferimos no recordar.
Las funciones son gratis y se realizan en la Sala Gómez Miralles del Centro de Cine, en Barrio Amón. Las fechas van del jueves 24 al sábado 26 de julio, siempre a las 7:00 p.m., excepto el sábado, que inicia a las 4:00 p.m. con la sesión de cortos.
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